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miércoles, 6 de junio de 2007

Muerte accidental de un anarquista (primera parte)

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El primer proyecto de la Compañía de Teatro de la Delegación Cuauhtémoc fue la obra de Dario Fo, “Muerte accidental de un anarquista”. Cuyo montaje empezó inmediatamente después de la audición (marzo de 2007), culminando con los preestrenos del 15, 22 y 29 de junio, y el estreno oficial el 6 de julio de 2007 donde se develó la placa que conmemora el inicio de los trabajos de la Compañía.



Elección de puesta en escena


La Compañía de Teatro de la Delegación Cuauhtémoc responde al diseño de la política cultural del gobierno delegacional. En el Bando número 18 del Gobierno del Distrito Federal se subraya la importancia de la cultura y la participación comunitaria en el marco de las políticas del gobierno. En su texto se dice:

“Que la transformación democrática que vivimos no sólo se realiza en la política. El orden democrático necesita ciudadanos y ciudadanas informados y críticos, capaces de elaborar una visión propia de los hechos que están viviendo.”

“Que esto exige el desarrollo de una nueva cultura, basada en la dignidad del individuo, la familia y la comunidad que se saben partícipes libres de la construcción de un México nuevo.”

Es la intención del GDF y del gobierno democrático de la Delegación Cuauhtémoc desarrollar espacios comunitarios que fomenten el progreso y participación de sus habitantes a través de la cultura, la recreación y la capacitación. Ninguna mejora en la calidad de vida de los habitantes de esta ciudad puede estar desvinculada de la creación de espacios culturales-educativos. Los servicios básicos que un gobierno debe prestar a sus ciudadanos van más allá de la operación de los servicios urbanos y del desarrollo de infraestructura operativa de dichos servicios, además se considera prioritario satisfacer a los ciudadanos en sus necesidades de recreación, capacitación y desarrollo cultural.

Propiciar el acercamiento de la comunidad a obras de teatro de calidad (así como las orquestas de la Delegación Cuauhtémoc poseen un gran repertorio de música culta) nos llevó a buscar en el acervo de textos de autores reconocidos mundialmente una obra que se ajustara a dos criterios:

1. Ser congruente con las ideas democráticas y progresistas.

2. Tener la calidad artística suficiente como para ser educativa y entretenida al mismo tiempo.

Buscábamos también algún texto dramático de género cómico para tener un acercamiento más directo con la población en general. Por lo tanto seleccionamos “Muerte accidental de un anarquista” de Dario Fo.

La selección del texto respondió a un criterio más. Se cumplieron, en 2007, diez años de que le fue otorgado el premio Nobel de Literatura. Dario Fo, además de escritor, juglar y director, ha sido un luchador social incansable; que desde la trinchera de su actividad artística siempre ha estado comprometido con las causas sociales y la búsqueda del cambio político. Recientemente ha buscado la alcaldía de Milán por el partido de Centro Izquierda. Celebrar 10 años del premio Nobel, llevando a escena una de las obras más importantes de Fo es también uno de los propósitos de la selección de este texto.



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Sinopsis


En el prólogo de la obra Dario Fo nos dice que la obra está basada en un incidente que ocurrió en Estados Unidos en 1921, donde un anarquista de nombre Salsedo, un inmigrante italiano, "cayó" desde una ventana del piso 14 de la comisaría central de Nueva York. En esa ocasión el jefe de la policía declaró que se trataba de un suicidio.

Sin embargo la obra se basa realmente en la misteriosa muerte de un ferrocarrilero llamado Pirelli. El día 12 de diciembre de 1969, en las ciudades de Roma y Milán una serie de atentados dinamiteros, orquestados por grupos de ultraderecha, desatan una ola de detenciones y criminalización de todo movimiento de izquierda. Tres días más tarde el anarquista Pirelli es "suicidado" desde una ventana del cuarto piso de la Jefatura de la policía de Milán.

Al inicio de la obra vemos como es presentado ante un comandante un hombre acusado de hacerse pasar por Psiquiatra para estafar a un esquizofrénico. El hombre le explica que sufre de una enfermedad mental que lo obliga a interpretar muchos personajes: “histriomanía”, y como está clínicamente loco no puede ser procesado por delito alguno. Es dejado en libertad pero se entera que en dicha comandancia se encuentran los comandantes acusados por la muerte de Pirelli y que esperan la visita de un juez revisor.

El Loco decide hacerse pasar por dicho juez revisor y se presenta ante el Comandante de la Brigada política y el Comandante Jefe para revisar el procedimiento de la muerte del anarquista Pirelli.

A través de una serie de episodios cómicos el Loco va sacando la verdad de la muerte del anarquista a los comandantes. De cómo fue torturado y defenestrado. En determinado momento una Periodista llega a hacer una entrevista al Comandante Jefe y el Loco se hace pasar por capitán de la policía pericial, el capitán Armando Guerra, para que la periodista no se entere que un juez ha venido a revisar el caso.

Los enredos se acentúan cuando se presenta el comandante Bertozzo con un facsímil de bomba. Bertozzo conoce al verdadero capitán Guerra y trata de hacérselo ver a sus superiores, pero ellos tratan de evitar que Bertozzo descubra el engaño ante la periodista.

Cuando Bertozzo descubre que el falso capitán Guerra no es otro que el Loco histriomaniaco es hecho callar rápidamente por los otros dos comandantes. La periodista sospecha del engaño y el Loco se revela ante ella con una tercera identidad, Augusto Iglesias, obispo.

Bertozzo, enloquecido, amenaza a todos con un arma y obliga al Loco a revelarles a todos su verdadera identidad. Cuando todos descubren la verdad el Loco se hace con la bomba y los amenaza con hacerla estallar si evitan su huida. Su plan es revelar toda la verdad a los periódicos y televisoras para hacer estallar un gran escándalo que involucra a la policía, la magistratura y la ultraderecha. Cuando esta por huir, las luces se apagan y el Loco es “misteriosamente” defenestrado por la ventana.

Al final, un hombre barbado llega a la comandancia, es el verdadero juez revisor quien comienza todo nuevamente.

Fo utiliza este incidente para hacer un retrato muy preciso de los riesgos y consecuencias del mal llamado "estado fuerte", del gobierno de los intransigentes, de los criminales, de la militarización de las calles. Y nos advierte acerca de los peligros que se avecinan cuando los gobiernos, en aras de una supuesta erradicación de la inseguridad, utilizan sus fuerzas policíacas para reprimir, hacer callar y asesinar a los ciudadanos. Cuando la ultraderecha fabrica, en complot con la milicia, el gobierno y los grandes capitalistas, falsos atentados con el propósito de culpar a los movimientos de izquierda y resistencia civil organizada. Apoyados todos por la iglesia católica y los medios de comunicación que tienden una cortina de humo sobre la verdad. Todo con el propósito de hacer desaparecer a los luchadores sociales y evitar que la izquierda tenga oportunidad de acceder al poder.



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Acerca del autor: Dario Fo


Dario Fo (1926), actor y dramaturgo italiano, famoso por sus controvertidas obras políticas.

Nació en San Giano el 24 de marzo de 1926. Tras estudiar en la Academia de Bellas Artes de Milán actuó con un grupo de teatro desde 1950 y escribió obras satíricas para la radio y la televisión desde 1951, antes de trasladarse a Roma para trabajar como guionista de 1955 a 1958. Él y su esposa, la actriz Franca Rame, crearon entonces su propio grupo de teatro, la Compagnia Dario Fo-Franca Rame (1959-1968). Sus sátiras breves para el programa de variedades de televisión Canzonissima eran a menudo censuradas, y por eso en 1963 volvieron al trabajo teatral, formando Nuova Scena en 1968, una cooperativa teatral asociada al Partido Comunista que actuaba en fábricas y clubes de trabajadores. Desacuerdos políticos con el partido los llevaron en 1970 a establecer un nuevo grupo, Il Collettivo Teatrale La Comune, en Milán.

Entre las controvertidas obras de Fo, muchas de las cuales han sido escritas con Rame y otros colaboradores, se incluyen Gli arcangeli non giocano a flipper (Los arcángeles no juegan a las máquinas de petaco, 1959), Morte accidentale di un anarchico (Muerte accidental de un anarquista, 1970) y ¡Aquí no paga nadie! (1974). Su objetivo es presentar problemas políticos contemporáneos en obras animadas escritas desde el punto de vista de la izquierda política. En 1997 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.



Marco histórico


Las décadas de los sesentas y setentas en Italia fue una época turbulenta políticamente hablando. Desde la proclamación de la república en 1946, y la consecuente abdicación del Rey Humberto, los demócratas-cristianos accedieron al poder. La principal fuerza opositora era el Partido Comunista Italiano. En el marco de la Guerra fría entre las democracias occidentales y el bloque soviético, los italianos tomaron partido de acuerdo con su ideología. En este periodo, la extrema derecha, formada en su mayor parte por antiguos seguidores de Mussolini y monárquicos, se volvió cada vez más violenta. Todo este proceso concluyó con el ascenso al poder de la derecha en 1958. En las elecciones celebradas el 25 y 26 de mayo de 1958, la coalición centrista obtuvo la mayoría en ambas Cámaras. El 2 de julio tomó posesión el nuevo gobierno de coalición integrado por los democristianos y los socialistas moderados, presidido por Amintore Fanfani. En 1959, Antonio Segni, con un gobierno compuesto exclusivamente por democristianos se hizo con el poder. Las fuertes críticas suscitadas por la visita del presidente Giovanni Gronchi a la URSS en febrero de 1960 provocaron la caída del gobierno un mes más tarde. En julio, Fanfani volvió a ocupar la presidencia del Consejo con el voto a favor de tres partidos centristas y obtuvo la aprobación de su nuevo gabinete, integrado exclusivamente por democristianos. Dos años después, el antiguo primer ministro Segni, que había sido ministro de Asuntos Exteriores en el gobierno Fanfani, resultó elegido presidente de la república.

En 1962, las elecciones municipales sirvieron para confirmar el fuerte apoyo popular a los partidos gobernantes y la pérdida de prestigio de los comunistas, que por primera vez en muchos años perdían la confianza de los votantes. Sin embargo la izquierda pudo regresar al poder gracias al liderazgo de Aldo Moro. En octubre, los elementos moderados del PSI bajo la dirección de Nenni acordaron formar parte de un gobierno de centro-izquierda, hecho que no se producía desde 1947. El democristiano Aldo Moro formó entonces un gobierno de coalición con la participación de cuatro partidos y él mismo asumió el cargo de primer ministro.

Durante 1964 no fue posible el entendimiento entre los conservadores y los socialistas moderados, con lo que la situación empeoró ante la perspectiva de perder el periodo de auge económico que ya duraba seis años ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo para enfrentarse a la posible crisis económica. Sin embargo, el 4 de marzo de 1965, los cuatro partidos del gobierno de coalición acordaron olvidar sus diferencias políticas y emprender una acción conjunta para luchar contra la recesión económica. Durante 1965 y 1966, el gobierno dirigido por Moro contó con la confianza de los partidos de la coalición.

Desde finales de la década de 1960, el país había experimentado una serie de dramáticos cambios sociales, económicos, políticos y religiosos. En 1968 los estudiantes se enfrentaron con la policía en el campus universitario de Roma y otras ciudades en demanda de reformas en el sistema educativo. Por su parte, los trabajadores convocaron huelgas generales para pedir la reforma de la seguridad social. Las demandas feministas llevaron a la aprobación de la ley del divorcio en 1973 y la legalización del aborto en 1978. Los problemas de inflación, desempleo y depreciación monetaria se agravaron como consecuencia de la recesión de 1974 y el incremento del precio del petróleo. Esto produjo una subida del déficit y la necesidad de recurrir a los créditos internacionales por sumas elevadísimas para evitar la bancarrota del país.

Durante este periodo, el sistema político italiano tuvo que luchar por mantener el ritmo del cambio. El final de la década de 1960 y los comienzos de la de 1970 se caracterizaron por la sucesión de una serie de gobiernos de coalición de corta duración bajo la dirección de los democristianos.

En esta época se dio el incidente de Pirelli, los atentados en el Banco de agricultura y la estación de trenes en Milán desencadenaron la detención de Pirelli y su posterior muerte en circunstancias muy sospechosas.



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Genero tono y estilo


El género de un texto se define por la estructura dramática. En primer lugar debemos encontrar el sujeto de la acción dramática y definir su objetivo. Luego veremos qué otros actantes se oponen a su objetivo y cuales le ayudan a conseguirle. Por lo general los cuadros actanciales de los personajes protagónicos definen el cuadro actancial del texto en general. Aunque dicho principio puede aplicarse a cada personaje y cada escena o cuadro del texto.

Una vez que se encuentre la estructura semiótica del texto se le puede comparar con las características, precisadas por la “Teoría dramática”, que definen a cada género: Tragedia, El cuadro actancial general está definido por el cuadro actancial del personaje protagónico, aunque deben tomarse en cuenta otras cosas, como la intención del autor y el mensaje que desea comunicar a los espectadores. Y aunque este es sólo uno de los muchos análisis que se pueden hacer de “Muerte accidental de un anarquista”, lo tomaremos como punto de partida para encontrar el género dramático.

Al observar al Protagonista encontraremos similitudes con la estructura de la comedia. Un protagonista que en principio es vicioso (contrapuesto a los personajes virtuosos que han pecado de soberbia de la tragedia, o personajes muy complejos de la pieza) y cuyo vicio, la manía de interpretar personajes, lo lleva a situaciones extremas y cómicas hasta que es desenmascarado o puesto en evidencia.

Como subgénero se encuentra cerca de la llamada comedia de errores o equivocaciones, donde por lo general el personaje vicioso es un impostor o mentiroso, cuyas mentiras lo llevan a situaciones cómicas donde el peligro radica en que los personajes descubran una verdad que los espectadores conocen. El peligro de ser descubierto en el engaño lleva a situaciones cada vez más complicadas y absurdas para tratar de cubrir sus mentiras, lo cual provoca episodios cómicos cada vez más hilarantes. Al final la maraña de enredos y engaños es descubierta y el personaje es castigado.

Podemos entonces concluir que el texto es cercano a la estructura de la Comedia de equivocaciones. Sin embargo en la mayoría de los casos, el castigo que recibe un personaje vicioso en la comedia no es un castigo mortal (como en la tragedia). El peligro no debería rebasar la esfera del escarnio social y llegar a la aniquilación del personaje.

En el texto, el castigo del Loco es la muerte. Y aunque dicho final es aminorado con el episodio del Hombre de barba, donde pareciera ser que el Loco no ha muerto en realidad, esto nos demuestra que existe un cierto grado de contaminación genérica (donde se comparten características de uno o más géneros). Situación de hecho muy común en la dramaturgia del siglo XX.

La contaminación me lleva a concluir que no se trata del todo de una comedia, sino de una comedia que ha pasado por el proceso de la farsa. La farsa en sí no es un género, sino un proceso que utiliza otros géneros para obtener un resultado diferente. La farsa puede ser trágica, cómica, melodramática etc.

El proceso por el que un texto dramático se convierte en una farsa puede definirse bajo tres principios: la exageración, la simbolización, y la densidad dramática. Esto quiere decir que cada acción dramática en la farsa debe ser exagerada y simbólica. Además de ser más densa porque cada una de las pequeñas cosas que suceden en el texto, todas y cada una, poseen un significado importante para el desarrollo dramático. La farsa en la constante búsqueda de simbolización y significación se convierte en ambigua. Si consideramos lo anterior, y lo aplicamos al texto, en la farsa es posible que un personaje cómico sea castigado con la muerte y no muera del todo, porque en este caso su muerte sería el símbolo de otra cosa.

El Loco muere, pero su muerte significa algo diferente que la propia muerte física. Puede ser un símbolo de cómo el estado policial hace acallar a sus detractores o de cómo la izquierda se empantana en discusiones absurdas sin llegar a resultados. Pero el Loco regresa como el hombre de la barba para iniciar todo nuevamente, es él pero no lo es. Es un final ambiguo que puede significar que, por cada anarquista que la policía asesine, llegará otro a ocupar su lugar. Puede significar que la verdad nunca puede ser ocultada completamente regresará constantemente a atormentar a los culpables.

En mi análisis concluyo pues, que el género de “Muerte accidental de un anarquista” de Dario Fo es el de una Comedia de errores fársica o una Farsa cómica con contaminación genérica.

Respecto al tono, en consecuencia, como todas las farsas, es Grotesco. Por lo general existen tantos tonos como matices en cada uno de los géneros dramáticos. Para simplificar distinguiremos solamente dos: tono serio y tono cómico.

El tono serio tiene muchos matices (como la solemnidad hierática de la tragedia clásica o la sensación de cotidianeidad e inmovilidad en la pieza) así como el cómico. Y la unión de ambos tonos trae como resultado el tono Grotesco. El Grotesco es definido como una sucesión de situaciones tanto serias como cómicas. Puede ser también como la interrupción de un tono serio por algunos eventos cómicos, o como en este caso, la inclusión de algún o algunos momentos serios en una situación cómica. No debemos confundir el Grotesco con la Tragicomedia. La Tragicomedia no es la mezcla ad libitum, como el grotesco, de tonos cómicos con tonos serios.

La Tragicomedia responde más bien a una estructura donde un personaje serio es enfrentado a situaciones cómicas, sin perder la seriedad de sus acciones; o a la inversa, un personaje cómico que se enfrenta a situaciones seria y que sale avante gracias a su comicidad o vicio cómico. En el Grotesco la contaminación tonal afecta a todos los personajes, situaciones y al ambiente general de la puesta en escena.

La mayoría de la dramaturgia actual hace uso del grotesco combinando lo serio y lo cómico. Sin embargo la contaminación tonal exige un esfuerzo mayor por parte de los actores para que dentro del desarrollo de la obra queden muy bien definidos los momentos que son serios y los cómicos para evitar que los espectadores se confundan.

He identificado solamente un momento serio dentro del texto: el episodio de la muerte del Loco. Lo cual quiere decir que todo el tiempo se mantiene el tono cómico y al final es trastocado por un episodio serio. Esta estructura produce una fuerte sensación de sobrecogimiento en los espectadores que nos esperan este desenlace.

Respecto al estilo de puesta en escena debe responder al género y al tono. La farsa no es un género realista (debido a la exageración y simbolización), sin embargo el texto no nos indica que se deba abordar la puesta en escena desde un punto de vista surrealista, expresionista o totalmente desapegado de la realidad. Si bien es verdad que el estilo debe ser no-realista la inclusión de demasiados elementos fuera de la realidad jugarían más en nuestra contra que a nuestro favor. Hemos decidido jugar con la combinación de elementos realistas y no realistas.

En el caso de la escenografía el estilo es expresionista (usando formas y colores para expresar ideas o estados de ánimo), pero el mobiliario es absolutamente realista, así como el vestuario. Se tomó dicha decisión debido a que situaciones absurdas provocan más comicidad si se encuentran en entornos realistas. Si el entorno, el ambiente, fuera absurdo, las situaciones absurdas provocadas por el Loco no tendrían el mismo impacto en el espectador ya que serían naturales al ambiente. Sin embargo al presentarse situaciones absurdas (como la canción “Rosas en el mar”) en entornos más realistas, el contraste provocará una sensación más fuerte en los espectadores.

Por otro lado en cuanto al estilo debemos abordar otro tema: La Commedia dell’Arte. Dario Fo, en cuanto actor dramaturgo y director se encuentra particularmente influenciado por este estilo de teatro renacentista. Y todo acercamiento a sus obras debe tomar en cuenta esta influencia para llevar al cabo una mejor puesta en escena. Una puesta que se acerque más al espíritu del autor debe necesariamente utilizar elementos de Commedia dell’Arte para enriquecer su estilo. Sin embargo este tema lo abordaremos más detalladamente en el punto de estilo de actuación.



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Concepción


“Muerte accidental de un anarquista” es quizás la obra más conocida del dramaturgo italiano. El contexto político social en el que se produce, es el de una Italia en la que se desata una “estrategia de la tensión” de clara tendencia fascista, que consiste en provocar una fuerte represión de las fuerzas progresistas, a través de varios atentados a lo largo y lo ancho del país. Uno de los acontecimientos más sangrientos es el de los atentados de Milán en 1969, y en especial el que ocurre en un banco de Piazza Fontana. El sospechoso detenido como posible culpable del atentado, es un ferroviario que supuestamente se suicida cayendo de una de las ventanas de la Jefatura de Policía de Milán. Un año más tarde, se estrena Muerte accidental de un anarquista en las naves de una antigua fábrica de Milán, al no poder ser representada en ningún escenario.

Para contar la historia del ferroviario Pirelli, Fo utiliza un artificio que introduce en el prólogo. La historia se presenta como un suceso que había ocurrido en 1921 en Estados Unidos. Sin embargo, Fo continúa diciendo que “Para actualizar la historia, haciéndola al tiempo más dramática, nos hemos tomado la libertad de recurrir a uno de esos trucos que se suelen emplear en el teatro: hemos trasladado la historia a nuestros días, y la hemos ambientado, no ya en Nueva York, sino en una ciudad italiana cualquiera…por ejemplo, en Milán.” Al igual que en las películas, el autor advierte que cualquier analogía con “sucesos y personajes de nuestra crónica, el fenómeno deberá atribuirse a esa imponderable magia constante en el teatro, que en infinitas ocasiones ha logrado que incluso historias disparatadas, completamente inventadas, hayan sido impunemente imitadas por la realidad.”

El sarcasmo y la ironía que recorrerán los monólogos y diálogos siguientes, se hacen notar desde las primeras líneas. La introducción a través del prólogo y la estructura del mismo, nos hacen recordar las películas de los años 60, en las que al inicio se nos daban pistas respecto al desarrollo de la historia que íbamos a visionar, a través de imágenes que aparecían como fondo para anunciar los nombres de los actores y el título de la película.

En esta farsa se configura una sátira implacable y comiquísima sobre la policía y sus métodos, al servicio de la represión y el falseamiento de las realidades por parte de los poderes públicos que no son sino el brazo político de dominios fácticos. Utilizando el formato de un vodevil irónico, de denuncia, con situaciones surrealistas y absurdas; Darío Fo desentraña todos los abusos de poder, la corrupción y el terrorismo de estado en una democracia avanzada como es la italiana de los años 70.

Siguiendo la tradición de los bufones de la corte o del fool (loco) de Shakespeare, Fo crea el personaje protagonista que a través de múltiples disfraces y escudándose en su aparente falta de juicio, consigue decir y a la vez descubrir la verdad respecto a la “Muerte accidental del anarquista”. ¿Estamos ante un loco, ante un transformista, ante un fabulador? Estamos ante un buscador de la verdad que sirviéndose de su inteligencia y su capacidad de encarnar distintos personajes a través de trucos de maquillaje o manos y barbas postizas, consigue desmontar la falsa historia creada por la policía respecto a las circunstancias de la muerte del operario de ferrocarriles. El Sospechoso, el Loco, se transforma en Juez y Obispo y utilizando el aparente poder que le conceden tales títulos, tanto como el miedo de aquellos que se saben culpables, consigue arrancarles la verdad.

Los diálogos recuerdan a los de la Commedia dell’Arte y el desarrollo lógico de sus contenidos tiene tintes socráticos, que nos hacen rememorar los famosos combates intelectuales de la República de Platón. El Loco utiliza la pregunta como arma de doble filo, se sitúa aparentemente en el lado de los policías para conseguir su confianza y a través de ella las confesiones de los mismos.

“Muerte accidental de un anarquista” no es solo un compendio de elementos de creación dramática llevados casi a la perfección, sino también una obra que invita a la reflexión sobre las caras y los artilugios de los que se puede adueñar el poder en un momento determinado en detrimento del ciudadano de a pié. La obra es un manifiesto y un grito contra la injusticia, la mentira y la falsedad que nos regala episodios memorables como por ejemplo el que se refiere a la manipulación en los medios de comunicación.

Darío Fo, siempre mantuvo una visión muy definida sobre el papel social de la gente de teatro en esta época. Sostenía que “los cómicos de ahora, como los juglares de la edad media, tienen el deber de vivir pegados a la realidad, ya que de otro modo serán inexistente y ausentes, tal como denominaba Dante a quienes por "temor, bellaquería y miedo" no utilizaban su arte para abrir los ojos al pueblo”

Abiertamente Dario Fo reprochó a los artistas que permanecen ajenos a la historia el "no vivir en este mundo". "Son profesionales ignorantes", afirmó, al tiempo que advirtió que sus actitudes pueden volverse en su contra. El Nobel citó, en el ámbito de la cultura, las amputaciones que sufrieron las obras de dramaturgos como Moliere o Shakespeare. Al respecto declaraba: "Tartufo fue borrado, incluso detuvieron la impresión de ese texto, y mientras que los últimos años de producción literaria de Shakespeare desaparecieron porque fue obligado a abandonar los escenarios por un retrato grotesco de la monarquía inglesa en uno de sus montajes". Y agregaba el gran bufón: "Imaginad qué daño le ha hecho a la humanidad esta represión, que ha dejado en el limbo las obras que podría haber firmado el genio desde entonces y podrían haber sido casi igual en número que las que escribió" . La libertad, la injusticia y la denuncia se concentran en esta obra.

Sorprendentemente a treinta y cinco años de su estreno el texto sigue actual y vigente como ayer. Es una ácida crítica y un excelente estimulante para los que creen en la libertad.

Es evidente entonces el mensaje político que Fo intenta comunicar a través de su texto: El estado policiaco se vale de mentiras para enmascarar sus verdaderas intenciones: la supresión de las libertades políticas de los ciudadanos y la desaparición forzada de sus opositores.

La puesta en escena de “Muerte accidental de un anarquista” por parte de la Compañía de Teatro de la Delegación Cuauhtémoc debe ser congruente con dicho mensaje. Hemos visto las suficientes evidencias en los acontecimientos actuales de nuestro país como para encontrar un paralelismo entre la situación italiana de 1970 y las acciones que le gobierno federal panista se encuentra implementando en nuestro país hoy día. Han fabricado atentados con la intención de implementar un estado policial cuyo verdadero fin es desaparecer a la izquierda mexicana en aras de una supuesta erradicación de la inseguridad. Con el desprestigio de la oposición buscan perpetuarse en el poder político de nuestro país y cuentan como aliados con la iglesia católica y los medios masivos de comunicación.

La Compañía de Teatro de la Delegación Cuauhtémoc, forma parte de los programas sociales de un gobierno democráticamente electo y debe ser congruente (aunque no por eso dejar de ser crítica) con la línea política progresista y de izquierda del gobierno delegacional.

Esperamos que la crítica lleve a la reflexión. Y que los espectadores comprendan cuan peligrosas son ciertas acciones de gobiernos de derecha. Llevar ese mensaje es uno de los propósitos de la puesta en escena.

Pero por otro lado se encuentra el asunto cultural. El teatro tiene su elemento educativo pero también aquel relacionado con el entretenimiento de calidad y la creación artística. La compañía es una herramienta cultural, busca llevar obras de calidad artística a los habitantes de la Delegación Cuauhtémoc.

“Muerte accidental de un anarquista” no solo lleva un mensaje político importante, sino que además es una obra de arte. Está excelentemente escrita, su autor es un premio Nobel de literatura, y se trata nada menos que una de las obras más importantes de la dramaturgia de la segunda mitad del siglo XX, un clásico en toda la extensión de la palabra. Y además de todo eso, es un texto muy ameno, que sin duda divierte por su comicidad exacerbada.

La obra educa y entretiene. Es lo suficiente mente cómica como para que la disfruten los espectadores (sin importar su extracción social o edad) y lleva un mensaje bastante claro. Aquellos que no estén de acuerdo con su línea política pueden divertirse con sus situaciones cómicas y aquellos que buscan no sólo divertirse encontrarán un motivo de reflexión en su mensaje. De esta forma hacemos llegar al público una obra importante, entretenida y cuyo valor se encuentra al alcance de todos. Cumpliendo de esa manera uno de los objetivos de la Compañía: Llevar obras de Teatro de calidad artística (no panfletarias) al público.

La política y el arte se conjuntan en la concepción de esta puesta en escena.



Estilo, dirección de actores y composición escénica


El sistema que se usó para la dirección de actores se basa en los principios de la Commedia dell’Arte, pensando sobre todo en la influencia de este estilo en los textos de Dario Fo.

Para aplicar este sistema de actuación se debe entender sus principios generales, de los cuales el más importante es el siguiente: Los personajes de Commedia dell’Arte son simples y sus características físicas se corresponden con sus características psicológicas. Es decir, los personajes feos son malos y los personajes bellos son buenos, por decirlo de alguna manera. Cada característica física del personaje tiene un fundamento psicológico.

Usando este principio se comenzó con la construcción de los personajes de “Muerte accidental de un anarquista”.

En primer lugar cada actor realizó un análisis psicológico de sus personajes: su postura ante la ética, ante la moral y sus afecciones psíquicas generales. A cada característica psicológica se le otorgó un reflejo físico en la caracterización del personaje. Por ejemplo: si un personaje es orgulloso y soberbio camina con el pecho lanzado hacia adelante, si fuera lascivo, caminaría siempre con la zona genital por delante. Tratando de no estilizar las posturas físicas demasiado para no romper el tono semi-realista.

Encontrada la postura física se le agregó la mecánica de movimiento (forma de moverse), la proxenia (la forma de relacionarse con los objetos de su entorno) y la paralingüística (la forma de hablar). De esa forma se abordó la dirección de actores de la puesta en escena. Además, llevar a escena una obra cómica requiere gran énfasis en el desarrollo de gags (unidades cómicas) que resultan de la particular combinación de elementos absurdos en contraste con referentes no-cómicos. Para que los gags resulten como se espera, el ritmo de la puesta en escena debe ser trepidante, in crescendo, y nunca decaer. Eso se traducirá en la retención de la atención de los espectadores durante las casi dos horas que dura la puesta en escena.

Con respecto a la composición escénica, las posturas de los personajes incluyeron elementos plásticos cercanos a las composiciones pictóricas de los grabados del siglo XV. Existe una gran tradición pictórica-grotesca renacentista, desde los propios grabados de Commedia dell’Arte hasta las pinturas del Bosco o Brueghel. La composición escénica de la puesta en escena se inspiró en esa tradición pictórica. El uso de posturas incómodas, alargadas, amontonadas y comprimidas a ratos, antinaturales, durante momentos de la puesta en escena platean una especie de “estética de la fealdad”, para acentuar el mensaje de la puesta en escena.



Escenografía y espacio escénico


La escenografía, como ya lo he explicado, se basa en los principios del expresionismo. Expresionismo es una corriente artística que busca la expresión de los sentimientos y las emociones del autor, más que la representación de la realidad objetiva. El movimiento expresionista apareció en los últimos años del siglo XIX y primeros del XX como reacción frente a los modelos que habían prevalecido en Europa desde el renacimiento, particularmente en las anquilosadas academias de Bellas Artes. El artista expresionista trató de representar la experiencia emocional en su forma más completa, sin preocuparse de la realidad externa sino de su naturaleza interna y de las emociones que despierta en el observador. Para lograrlo, los temas se exageran y se distorsionan con el fin de intensificar la comunicación artística.

Se hicieron varias propuestas, la producción escogió una que semejaba a las figuras que se dibujan con gis alrededor de los cadáveres en una escena del crimen. Se trata de mamparas que simulan mosaicos de una pared de oficina tapizados de figuras delineadas en blanco y salpicadas con manchas de sangre.

Con respecto al espacio escénico buscamos tener dos espacios diferentes: dos oficinas de una comandancia de policía. Para diferenciar una oficina de otra, además del cambio de disposición del mobiliario, buscamos que cada oficina tuviera una entrada diferente, por lo tanto se realizaron dos puertas una a cada lado. Y un muro falso cubre una de las puertas según sea el lugar donde se desarrolla la acción.



Iluminación


La iluminación es el elemento más simple de la puesta en escena. Se buscó emular la iluminación de una oficina gubernamental, por lo tanto sólo se trata de una iluminación base (general) blanca.

Existen dos razones más para tener solamente luz general blanca:

1. Teníamos conocimiento de que se busca que la puesta en escena se presente al aire libre donde no hay manera de contar con un equipo de iluminación para efectos especiales.

2. La mayoría de los teatros del circuito no-comercial en la Ciudad de México tienen severas deficiencias en su equipamiento de iluminación, incluyendo por supuesto a los teatros del GDF y de la Delegación Cuauhtémoc. Es decir, salvo aquellos teatros privados como el Insurgentes o del Centro Cultural Telmex por poner dos ejemplos, los teatros no-comerciales no son capaces de admitir un diseño intricado de iluminación porque no cuentan con el equipo adecuado.



Musicalización y sonorización


Se utilizaron dos tipos de pistas (tracks) de musicalización y sonorización.

1. Música ambiental o de fondo. Aquellos tracks que sirven para establecer un ambiente y que se usan mientras la acción continúa.

2. Música de acción o coreografía. Aquellos tracks que forman parte de la acción misma o que sirven para cubrir baches de acción (como en un cambio de escenografía).

La mayoría de los tracks fueron seleccionados de entre una selección de pistas de música gitana. La música gitana contiene elementos lúdicos que nos ayudaron a establecer un ambiente jocoso y un ritmo rápido y constante en la puesta en escena.





Planos escenográficos


Escorzo escenográfico



Constructivos de escenografía


Vestuario


El vestuario contiene la inclusión de dos elementos, realistas y simbólicos. El diseño es realista, no se trata de ropa fuera de lo común sino que representa lo que en la realidad utilizaría el personaje: uniformes y ropa de calle.

El elemento simbólico se incluyó en la selección de colores. La gama cromática de los personajes antagónicos incluía solo tres colores: Blanco, gris y negro. Colores obscuros y apagados que simbolizan las intenciones de los personajes. Aunque accidentalmente los colores de los uniformes de los policías son parecidos a los colores de los uniformes de la policía federal mexicana.

Por otro lado el Loco usa una gama cromática de blancos y cafés, que oculta bajo disfraces de colores oscuros para hacerse pasar por juez y obispo.



Utilería mayor, menor y attrezzo


La utilería fue la mínima necesaria. En cuanto a la utilería mayor se usaron elementos reales y sin diseño: un escritorio, un archivero, un perchero y dos sillas. Elementos que nos pudieran servir para dar niveles a la composición escénica usándolos como plataformas o asientos.

En cuanto a la utilería de mano y attrezzo se utilizó aquella que el texto requería para las diferentes acciones escénicas. Tratando de reducir al mínimo indispensable los elementos pequeños que fácilmente se pueden perder o destruir en un transporte de producción.




Fotos de prueba de vestuario



Diseños de vestuario



Reparto por orden de aparición


Comandante Bertozzo: Daniel Santi

Agente: Rafael Zamarrón / Edgar Sol / Ángel Aguilar

Loco: Hugo Moya

Comandante de la brigada política: Luis Miguel Zamora /Antonio Garrido

Comandante Jefe: Francisco Echeverría / Ricardo Enríquez

Periodista: Juana María Muñoz / Claudina Bustillos


Equipo Creativo y Técnico


Dirección: Emmanuel Castañeda

Asistentes de Dirección: Atenea González / Huitshitón Marín

Vestuario: Luz Alegría Belman

Musicalización: Héctor Bezárez

Iluminación: Rafael Zamarrón

Escenografía: Zamora-Castañeda

Asistencia general y relaciones públicas: Gaby Castilla

Apoyo Administrativo: Virginia Becerra

Realización: Compañía de Teatro de la Delegación Cuauhtémoc

Producción: Delegación Cuauhtémoc




Elenco de "Muerte Accidental de un anarquista"





Compañía de Teatro de la Delegación Cuauhtémoc

“Cuauhtémoc Trabajando por el Arte”






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